En la sesión del pasado miércoles 21 de Noviembre, en la cual quedó aprobado el Presupuesto 2013 para la Provincia de Entre Ríos, el Senador Rubén Matorras realizó una enérgica y categórica argumentación que fue muy bien recibida por todo el bloque.
En su exposición, el Senador hizo un ejercicio de memoria y recordó “cuando en épocas anteriores se trabajaba con presupuestos cuasi reconducidos porque era imposible planear, proyectar, presupuestar, porque se vivía en un marco de hiperinflación permanente”, resaltando que “hoy nos encontramos ante la presencia de un presupuesto totalmente realizable, creíble y ejecutable, con grandes recursos volcados a educación, salud, seguridad, justicia y que continua con una inversión notable en materia de obra pública y prestación de servicios que redundan en una mejor calidad de vida para todos y cada uno de nuestros queridos entrerrianos”.
Asimismo, defendió y agradeció las obras recibidas en su departamento donde mencionó, a título de ejemplo, que “no ha quedado una sola escuela sin arreglar o sin gestionar su refacción, mencionando la reciente licitación para continuar la obra en la escuela Soldado Gómez, la continuación de la obra de la escuela agrotécnica Juan Bautista Ambrosetti, la creación de un nuevo jardín de infantes, el jardín Upa La La, la mega obra provincial como es el nuevo Centro de Educación Física y la reciente adjudicación de la reconstrucción de la Ruta 11, tramo Diamante – Gualeguay”, entre otras.
Del mismo modo, Matorras recordó “los saqueos a los supermercados, la terrible desocupación y pobreza extrema, los federales, la pérdida de credibilidad y respeto a las instituciones, y los cacerolazos en todo el país porque la gente reclamaba para comer o por fuentes de trabajo”, al tiempo que destacó que “hoy los reclamos son diferentes, hoy reclaman porque no pueden ir a vacacionar al exterior, o porque no pueden comprar dólares, (antes no podían comprar comida) que gran diferencia ¿no?”.
En otro orden de ideas, más adelante en su alocución, Matorras mencionó que mientras gran parte de los países han aplicado diversos procesos de ajustes, nuestro país y nuestra rovincia han mantenido el ritmo de crecimiento de los últimos años, y rescató que “la implementación del Gobierno Nacional de diferentes medidas económicas han contribuido para debilitar y atenuar las repercusiones negativas de la crisis global, neutralizar sus efectos, sostener el nivel de empleo, estimular la creación de nuevos puestos de trabajo, reactivar y estimular el consumo en el mercado interno”.
En cuanto a las Finanzas Provinciales en particular, Matorras destacó que “en el año 2007, más del 76% de los ingresos obtenidos por contribuciones a la Seguridad Social, estaban comprometidos por la deuda pública, hoy hemos bajado más de 26 puntos porcentuales esa relación, lo que significa una enorme disminución lograda en los últimos años”, mientras que sobre el análisis de los componentes del presupuesto para este ejercicio, remarcó que se están presupuestando $21.184.610.000, aproximadamente un 25% más respecto de los recursos presupuestados para el ejercicio anterior”, y recató que un 53,1% del total de estos recursos son ingresos genuinos del Tesoro Provincial.
Cacerolas de Teflón
Al finalizar, Matorras se dirigió hacia el Presidente del Senado diciendo “Señor Presidente, con el debido respeto, teniendo en cuenta que hace ya algunos días estuvimos observando los cacerolazos en distintos lugares de nuestro país y también en nuestra provincia, quiero aprovechar para leer unas líneas, de un gran cantautor argentino, como lo es el Señor Ignacio Copani, que dice lo siguiente”, y leyó la letra del tema Cacerolas de Teflón.
No te oí... En los días del silencio atronador. No te oí junto a las madres del dolor.
No sonaste ni de lejos, por los chicos, por los viejos.
No te oí... Puede ser que ya no estoy oyendo bien, pero al borde de las rutas de Neuquén, no te oí, mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Cacerola de teflón, volvé al estante, que la calle es de las ollas militantes, con valiente aroma de olla popular.
Cacerola de teflón, a los bazares o a sonar con los tambores militares, como tantas veces te escuché sonar.
No te oí... cuando el ruido de las fábricas paró, cuando Abril del 82, su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes de aquel Diciembre adolescente, de Cromañon.
No te oí. Puede ser que mis oídos oigan mal, pero no escuché en la exposición rural, reclamar por el jornal de los peones yerbateros, por la rentabilidad de los obreros, por el tiempo venidero, porque venga para todos.
No te oí, ni te oiré nunca. Porque no hay modo de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estante de los muebles de las casas elegantes.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán. No te oí por el ingenio en Tucumán.
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados.
Y jamás te oí en la vida, repicar desde acá abajo, por un joven sin trabajo, que ande a la deriva.
Cacerola de teflón, volvé al estante. Yo me quedo en una marcha de estudiantes donde vos nunca supiste resonar.
Cacerola de teflón, a los bazares o a llenarte de los más ricos manjares que en la calle no se suelen encontrar.
Cacerola de teflón, a cocinar.
Al terminar su alocución todo el bloque le dedicó un extenso aplauso y muchos de sus colegas lo felicitaron.
Prensa Rubén Matorras